Ayer aparecía en el diario El Mundo la noticia, de un libro devuelto en Finlandia tras haber sido prestado hace 100 años. Vamos, que la sucursal de la biblioteca donde fue entregado ni siquiera existía cuando se prestó.
Sin irnos tan lejos, ayer llegó a nuestra biblioteca un libro enviado por una profesora de la Universidad de Manchester. Lo había comprado de segunda mano en Amazón, y para su sorpresa, al abrir el paquete se encontró con un libro con sello y código de barras. Después de haber pagado por él, tuvo la delicadeza de enviárnoslo. Le damos las gracias desde aquí.
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