sábado, 29 de marzo de 2008

¿A quién pertenece el texto?

Tiburcio Samsa nos envía esta reflexión sobre la hermeútica del texto:

Los autores tienen con sus textos una relación semejante a la que tienen los padres con sus hijos. El padre cree que podrá dirigir la vida de su hijo hasta que un buen día su hijo se emancipa y se marcha de casa y comienza a vivir su vida tal y como él la entiende. No obstante, la influencia del padre siempre se dejará notar pero de una manera más sutil que lo que el padre habría querido y que lo que el hijo desearía. El autor escribe su texto y cree que le ha dotado de una serie de significados. Pero en el momento en el que ese texto cae en manos de un lector, adquiere vida propia. El lector no tiene por qué leer en ese texto los significados que le quiso dar el autor.

Pongamos el "Poema babilónico de la creación- Enuma elish". Es un poema de hace más de tres mil años que relata un mito mesopotámico sobre la creación del universo. Probablemente su autor lo escribió pensando en su uso en los ceremoniales religiosos. No podía prever que 3.000 años después, el público de su poema serían arqueólogos e historiadores interesados en investigar la religión mesopotámica, que ya nadie leería ese poema con fervor religioso.

¿Es válida una lectura de un texto que se aparta hasta ese punto de la intención original del autor del texto? ¿Sería válido, por ejemplo, leer el "Ulises" de Joyce como una especie de "Guía del Trotamundos" dedicada a la ciudad de Dublín? La pregunta está equivocada. Nunca nos es posible leer el texto con los ojos de quien lo escribió. Siempre lo leeremos con nuestros propios ojos y la lectura que hagamos será válida para nosotros, aunque al autor le lleven mil diablos.

Al final el texto es como el universo. El universo está ahí fuera, pero siempre lo veremos filtrado por nuestros sentidos imperfectos y nuestros prejuicios. Nunca veremos el universo tal cual es, sino tal y como creemos que es. De la misma manera, nunca seremos capaces de leer el texto tal cual lo escribió el autor. Toda lectura es una apropiación del texto y una desvirtuación del mismo. Pero, es NUESTRA desvirtuación. Y eso es lo que cuenta.

jueves, 27 de marzo de 2008

Poesía

Cada 21 de marzo se celebra el día mundial de la poesía. Aunque un poco tarde, nos unimos a la celebración. De uno de nuestros "libros vírgenes", jamás prestados, hemos extraído el fragmento de un poema de Federico Muelas, que reproducimos a continuación, emulando a las antiguas señoritas decimonónicas que copiaban poemas en sus álbumes:

Junco

Si pudieras pensar lo que yo pienso....
Pero no, tú has nacido,
para robar al río
una delgada línea del paisaje.
Tu pensamiento, junco, es tan sencillo
como tu forma escueta.
Apenas eres nada...Si la araña
prendiera de tu mástil
el entramado fácil de sus redes,
complicaría un punto
tu inocente ofensiva
de eterna caña sin anzuelo. Entonces,
tendrías una leve inquietud de velámen, soñarías
con impulsar la orilla,
alterando el espejo
tranquilo del meandro allá en el fondo.....
[.....]
Pero no, tú eres tú, junco. Es inútil
mi ardiente anhelo de que tengas ramas.

Tomado del libro: "Ex umbra" : poetas españoles en la Segunda República / [selección] Rafael Osuna

martes, 25 de marzo de 2008

Experiencia en el Campus

A excepción de las paradas de autobus, pocas cosas comparten las facultades del Campus de Somosaguas. A las bibliotecas nos gustaría dinamizar la vida cultural del Campus: organizar ciclos de conferencias, un club de lectura, cine-fórum, concursos de haikus...

Para empezar, estamos preparando unas sesiones de formación dedicadas a profesores e investigadores del Campus, sobre el manejo de recursos electrónicos en Ciencias Sociales.

En tres jornadas hablaremos de como localizar información en bases de datos y otros recursos, de los gestores de referencias, de los repositorios institucionales, de apoyo en el Campus Virtual...

Más información e incripción en las sesiones:

lunes, 24 de marzo de 2008

Librerías de viejo


Así describe Max Aub una feria de libros antiguos en Barcelona:

“La gente revoloteaba y picaba en los tomos dispuestos en mostradores o cajoncillos. Salían a la venta tomos desparejados, folletos, novelas por entregas, tomos encuadernados de revistas desaparecidas, zaragozanos, guías, ejemplares faltos de cubiertas o con pliegos repetidos, volúmenes sueltos e incompletos de colecciones rebuscadas, devocionarios y algún mirlo blanco, sucio y cansado de tanta mano y poco ojo.”

Las bibliotecas cada vez tienen más en común con las librerías de viejo. Las tiradas de los libros nuevos son pequeñas, además se publica mucho y los libreros no pueden almacenar tanto stock. Así que encontrar en el mercado un libro de hace 20 o incluso 10 años cada vez es más difícil.

¿Donde buscar esa amplia franja de libros que se encuentra entre los recién publicados,los de moda, aquellos de los que hablan las revistas literarias y que vemos en los escaparates, y los que libres ya de derechos de autor, podrían estar digitalizados en la red, si fuera el caso?.
En la biblioteca o en la librería de viejo. Tenemos el mismo destino.

Somos guardianes de un soporte a extinguir, pero que es la base, los hombros del gigante sobre el que nos erguimos

Escaparate


"Pensamos en las fotografías en cuanto obras de arte, en cuanto pruebas de una verdad particular, en cuanto réplicas exactas"
"Nuestros términos de reconocimiento han cambiado desde el apogeo del retrato pictórico [...]. Ya no podemos aceptar que pueda establecerse adecuadamente la identidad de un hombre preservando y fijando su apariencia desde un solo punto de vista en un solo lugar"

El derecho internacional en la transición hacia un escenario posnacional ; Europa: en defensa de una política exterior común / Jürgen Habermas ; [el segundo ensayo en colaboración con Jacques Derrida]
"Hay que preguntarse si el derecho internacional aún desempeña algún papel cuando una potencia intervencionista como los Estados Unidos prescinde de las decisiones de la comunidad internacional que van en contra de sus deseos y que son el resultado de los debidos procedimientos jurídicos, para privilegiar una política de poder apoyada en argumentos morales propios. Más aun, ¿tendría algo de malo en general el unilateralismo de un poder hegemónico bienintencionado, bajo el supuesto de que su compromiso le permitiera alcanzar con mayor eficacia los objetivos que comparte con las Naciones Unidas? ¿O deberíamos seguir apoyando también en este caso el proyecto de una constitucionalización ya en marcha del derecho internacional?"




El Candidato : Manual de relaciones con los medios [para políticos y asesores] / Julio César Herrero, Amalio Rodríguez Chuliá


Se abordan las relaciones entre los políticos y los medios de comunicación desde un punto de vista eminentemente práctico. El Candidato desvela cómo se asesora a un político para hacer frente a los medios de comunicación.



Examen a Zapatero : balance del gobierno socialista / Philip Pettit

En julio de 2004, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió al filósofo Philip Pettit, ideólogo del republicanismo ciudadano e inspirador de su acción reformista, que examinase su labor política y que al final de la legislatura realizara un informe sobre sus tres años de gobierno. Examen a Zapatero recoge este polémico escrito que, tras una exhaustiva labor de documentación, Philip Pettit presentó oficialmente en junio de 2007 . También se incluyen como materiales adicionales una entrevista inédita del autor al presidente del Gobierno, realizada especialmente para este libro, la explicación por parte del mismo de su afamada tesis sobre el republicanismo y un ejemplo clave de la respuesta de un sector determinado de la prensa a este informe.

viernes, 21 de marzo de 2008

Dante y Argullol

Ayer Rafael Argullol nos daba toda una lección de animación a la lectura. En un espléndido artículo, invitaba a los lectores a un espectacular viaje de Semana Santa; nada menos que recorrer el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso de la mando de Dante. ¿Puede ofrecer algo mejor algún tour operador?.

Si Dante tardó tres días (viernes y sábado santos y domingo de resurrección) en hacer su viaje, también podemos nosotros ocupar estos días en recorrer respectivamente el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso.

Argullol nos recomienda dotarnos de espíritu viajero; no hacer caso de alegorías, ni de notas eruditas a pie de página. Ir al texto mismo y dejarnos llevar por sus imágenes: el bosque lleno de fieras acechantes lo es de verdad, Virgilio es un maestro, y Beatriz la mujer deseada; somos viajeros, nada más, abiertos a la aventura y a lo desconocido.

Para alegría de Argullol, los hombres que habitan los tres mundos no son muy diferentes de nosotros; exhiben sus miserias, como la gente normal con la que compartimos nuestra vida. Y también para la tranquilidad de todos, el Paraíso no es el aburrido lugar en el que reina una calma metafísica, sino una especie de Ágora celestial, donde Dante habla con las personas que allí habitan igual que lo haría en la tierra.

Ésta es una opción que recomendamos para aquellos que aman los viajes sobre el papel. Algún día alguien caerá en la cuenta de que las bibliotecas forman parte de la oferta de ocio de la ciudad, y tendrán un horario razonable. Podremos entonces tomarlas como punto de partida, como un no lugar semejante a la estación, el aeropuerto o el cine, un principio que pueda convertirse en todos los lugares.

Cuando el lunes vuelva a abrirse la biblioteca, tal vez a alguien le apetezca saborear a Dante.

jueves, 20 de marzo de 2008

Bancos-Biblioteca


Este curioso banco-biblioteca, lo encontré en Isla Cristina. Además del monumento, podrían haber hecho también alguno real. para que los isleños aumentaran su cultura y saber, a la sombra de las palmeras.

Lo breve

Escribir haikus es un ejercicio que recomiendo a todos. Es el arte de la humildad expresiva: no podemos decir muchas cosas en 17 sílabas.
Pero ¿por qué decir más?. A veces las 17 sílabas vienen largas para una impresión fugaz, que corre el peligro de intelectualizarse y así perder su frescura.
Vicente Verdú, en un polémico artículo que apareció en la prensa hace unos meses hablaba de una nueva narrativa sin agumento, en la que lo inmediato brille con la belleza de lo vivo.
Los microblogs son los haikus de la web 2.0.
Twitter, el cliente más popular de microblogs, sólo permite entradas de 140 caracteres, que se pueden descargar incluso desde un teléfono móvil.

Es una herramienta interesante que permite transmitir información de cualquier tipo, y para cualquiera, casi a tiempo real. Las posibilidades son muchas, podéis ver como lo utilizan en la Maui Community College Library o en la Northeastern Illinois University Library

Propongo evolucionar hacia el microblog. Nada más cercano al palpitar de la vida. Y seguro que los lectores nos lo agracecen.

A los interesados en las ideas que propone Vicente Verdú para la novela, les aconsejamos la obra del escritor Agustín Fernández Mallo

domingo, 16 de marzo de 2008

Externalización

¿Se puede externalizar el servicio de biblioteca?. ¿Es necesario que los bibliotecarios sean funcionarios?. Lo sería si su tarea fuera considerada de importancia estratégica para un país.

Y así debió pensarse en 1858, cuando se crea el Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios, para poner orden al tesoro bibliográfico procedente de la Desamortización de Mandizábal.

Pero los tiempos cambian.

Las bibliotecas son un servicio reconocido por la legislación española. En su artículo 26, La La Ley 7/1985 de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local, establece entre los servicios que los Municipios con población superior a 5.000 habitantes deberán prestar a la comunidad, el de biblioteca pública, junto a los de parque público, mercado y tratamiento de residuos. Pero igual que para la recogida de basuras, un ayuntamiento contrata a una empresa de servicios, también puede hacerlo en caso el caso de las bibliotecas.

Y así están las bibliotecas de Oviedo, cuya situación ha llegado últimamente a los foros de la profesión. Allí los bibliotecarios no son personal municipal, son contratados por una empresa.

No habría nada que objetar si se tratara de profesionales bien pagados, y si la red de bibliotecas cumpliera su misión principal, la de difundir la lectura y ser un espacio cultural abierto a todos. Pero por desgracia, no es el caso: se ha cerrado una biblioteca, y los contratos de los bibliotecarios, que terminan el 30 de abril, no parece claro que se vayan a renovar.

Externalizar no tendría por qué ser malo. Siempre que las condiciones laborales de los profesionales fueran las adecuadas, y se evaluaran correctamente los servicios prestados por la empresa. Pero claro, antes habría que saber bien, que es lo la administración de turno espera del servicio que la biblioteca puede ofrecer.

Lo de las bibliotecas de Oviedo, parece ser el síntoma de una dolencia mucho más profunda.

En la biblioteca tenemos una amplia selección de libros sobre externalización, podeis verlos si pincháis en el enlace.

miércoles, 12 de marzo de 2008

De usuarios desmemoriados, o no tanto..

Ayer aparecía en el diario El Mundo la noticia, de un libro devuelto en Finlandia tras haber sido prestado hace 100 años. Vamos, que la sucursal de la biblioteca donde fue entregado ni siquiera existía cuando se prestó.

Sin irnos tan lejos, ayer llegó a nuestra biblioteca un libro enviado por una profesora de la Universidad de Manchester. Lo había comprado de segunda mano en Amazón, y para su sorpresa, al abrir el paquete se encontró con un libro con sello y código de barras. Después de haber pagado por él, tuvo la delicadeza de enviárnoslo. Le damos las gracias desde aquí.

Turistas

Ahora que se acercan las vacaciones, y estamos preparando nuestra salidita para perder de vista Madrid por unos días, os voy a copiar un fragmento de un artículo del New York Times, que reproduce Dean MacCannell en su libro El Turista. Es la descripción de lo que él denomina una frontera del turismo mundial:

"Estación Palmer, Antártida: Dos mil científicos norteamericanos y personal de la Armada[...]pasan los seis meses de todos los veranos australes [....] realizando experimentos y aprovisionando las bases para los seis meses de frío y oscuridad 24 horas al día que llegarán en invierno.
¿Para qué, se preguntan, querrá algún civil gastar hasta 5.000 dólares y viajar 12.000 millas desde Estados Unidos para pasar una noche en medio de una tormenta de nieve, viajar con temperaturas bajo cero e inclinarse ante vientos de más de 50 millas por hora?. La razón, según parece, es ser el primero de su vecindario en haber visitado la Antártida.
Armados con cámaras Nikon, sombreros de pelo sobre la cabeza gris y pastillas para el mareo en los bolsillos de sus parcas, los turistas avanzan en oleadas sucesivas hacia la costa helada [....]
No es un país con vida nocturna de hotel; una vez que un turista logra acercarse a una foca Weddell redonda y rugiente (si bien inofensiva) y consigue sacarse una foto junto a ella, no hay mucho más que hacer; sólo volver a subir a la embarcación que le trajo a la playa, dirigise al barco y quedarse esperando a que aparezca el siguiente paisaje geográfico interesante."

Como no pretendo ser la admiración de mis vecinos, confieso que no me voy a ir tan lejos.
¡Felices vacaciones!!!

martes, 11 de marzo de 2008

Innovación y gestión del conocimiento

Para Roberto Carballo, la vida es como un río. Fluye, marcha con la corriente, adaptándose a las irregularidades del terreno; cambia de color, espejea con el sol, se vuelve oscura con la tormenta.
El hombre es un ser vivo que también fluye, su naturaleza acuosa cambia de forma, de lugar, brilla con la luz, se oscurece en la sombra. Y adaptarse al flujo, a la corriente, es innovar; algo tan necesario como estar vivo.
Su nuevo libro: Innovación y gestión del conocimiento, se nos presenta como la síntesis de todos sus conocimientos sobre innovación en sus diversas facetas, y son muchos.
Invitamos a todos a leerlo, pués ya está en la biblioteca.

lunes, 10 de marzo de 2008

Sobre el ocio y el trabajo

Leo en el libro de Dean MacCannell, El turista: una nueva teoría de la clase ociosa, que la sociedad moderna empuja el trabajo hacia el márgen negativo de la existencia.

La cultura y las cosas que nos hacen disfrutar de la vida, se encuentran fuera del tiempo y del lugar de trabajo:
"Como solución al problema de la cultura, el trabajo industrial es un fracaso. Repele al individuo y lo aleja en búsqueda de su identidad o alma en actividades ajenas al trabajo: música, deportes, iglesia, escándalo político, y demás diversiones colectivas".

Pero, ¿qué pasaría si en cada lugar de trabajo se reconociera el valor de la aportación de cada trabajador, si su experiencia acumulada en innumerables horas se considerara parte del capital intelectural de la institución, si pudiera expresarse cómodamente a través de la web social, si sus ideas se tomaran en cuenta a la hora de tomar decisiones, si la síntesis de las aportaciones de todos fuera lo que nos hace avanzar, innovar, adaptarnos a los tiempos?

Seguiríamos deseando que llegaran las vacaciones, pero en los 11 meses restantes seríamos mucho más felices.

sábado, 8 de marzo de 2008

Felicidades, mujeres


Hoy es el día internacional de la mujer trabajadora. A pesar de todos los logros conseguidos en los últimos tiempos, las mujeres seguimos teniendo la impresión de haber venido al mundo con algún punto menos.

Antonio Machado en el Juan de Mairena, tiene una visión curiosa de la emancipación femenina:

El puesto de la mujer, nos dice, está en su casa, al cuidado de los hijos. Desde allí ejerce su particular dominio maternal sobre los varones, vamos, que son ellos los que deberían emanciparse.

Continúa diciendo, que en caso de otorgarse a las mujeres la posibilidad de votar, éstas lo harían contra un régimen que les da un derecho al que no aspiraban.

Si después las mujeres descubrieran que efectivamente deseaban participar en la vida política, sería la señal de que el matriarcado español perdía su fuerza; eso y no otra cosa sería lo revolucionario.

En definitiva, que hemos hecho un pan como unas tortas.

Para ilustrar la entrada, he escogido la imagen del póster Genitalpanik de la artista Valie Export, que se presenentó en la pasada edición de ARCO.

La artista cuestiona la imagen de la feminidad que hacen los medios bajo la dominación masculina.
En 1970 acudió a un cine de Munich ataviada de esta guisa y con una metralleta en mano apuntando a la cabeza de los espectadores. Desde luego, no le falta fuerza expresiva.

viernes, 7 de marzo de 2008

Escaparate

Cómo hacer cosas con recuerdos : sobre la utilidad de la memoria y la conveniencia de rendir cuentas / Manuel Cruz


"Hay que hacer una reflexión sobre la memoria que incluya no solamente su naturaleza, sino lo que Wittgenstein llamaría sus usos, porque es un concepto que está ahí, en la sociedad, y es usado por unos contra otros, muchas veces con una dimensión práctica-política", Manuel Cruz

De las olimpiadas de Barcelona a la Ley de Memoria Histórica : la re-visión de la historia en la novela histórica española / Emilio Ramón García

A través del análisis de novelas históricas españolas de los últimos años, el autor pretende analizar la situación social actual




Defendiendo país / Baleren Bakaiola...[et al.]

Conjunto de artículos publicados por profesores de la UPV sobre: la defensa de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía vasca, vulnerados por la Ley de Partidos Políticos, así como del Estado de Derecho ante la actuación de la Audiencia Nacional y parte de la judicatura; la defensa del proceso de paz y la condena a ETA; la defensa de la lengua y la cultura vasca y del autogobierno del pueblo vasco y su derecho a decidir.

El nacimiento del terrorismo en occidente : anarquía, nihilismo y violencia revolucionaria / Por Juan Avilés y Ángel Herrerín (eds.)

El terrorismo anarquista no había sido estudiado hasta ahora desde una perspectiva global, como se hace en este libro, que ofrece una visión de conjunto de la violencia terrorista en Europa occidental y en los Estados Unidos durante la llamada Belle Époque.

jueves, 6 de marzo de 2008

Houellebecq


Tiburcio Samsa es un elefante erudito y bastante gamberro. Publica un blog imprescindible para todo aquel que se interese por Asia, el Budismo y la cocina china: Asia, Buda y rollitos primavera, no dejeis de entrar.
Como
Tiburcio es un viejo amigo y ha colaborado alguna vez en este blog, me ha permitido copiar una entrada del suyo sobre el escritor francés Michel Houellebecq. Es un poco larga, pero merece la pena:

Turismo sexual y literatura

Michel Houellebecq es un escritor de tesis. En sus novelas el relato no es más que una excusa para diseccionar sin piedad la sociedad en la que vivimos. El dictamen de Houellebecq sobre nuestra sociedad no puede ser más deprimente: carecemos de sentido y nos debatimos en un mundo cruel y absurdo, en el que el sexo es lo único que de una manera imperfecta y efímera nos puede proporcionar un poco de ese contacto humano que tanto nos falta. Pero incluso el recurso al sexo es una estrategia condenada al fracaso.

“Las partículas elementales” fue la primera novela que leí de Houellebecq. Es lúcida y absolutamente deprimente. La leí en un vuelo a Bruselas y las azafatas tuvieron que contenerme para que no abriera la puerta del avión y saltase. En “Plataforma” Houellebecq vuelve a sus temas favoritos, centrándose sobre todo en el fenómeno del turismo sexual. Como novela está menos conseguida que “Las partículas elementales”, lo ideológico se come a lo literario y la ideología última es “somos una mierda que vive en una sociedad de mierda y dura menos que un telediario”.

Michel, el protagonista, es un funcionario cuarentón, hastiado y de vuelta de todo. Su padre muere y decide irse de viaje a Thailandia. Este hombre sin ilusiones aún conserva la última de las ilusiones: que viajando escaparemos de nosotros mismos. Pero la publicidad del operador turístico no ha conseguido robarle toda la lucidez. Recién llegado a Bangkok, se mira al espejo y descubre que “... me parecía exactamente a lo que era: un funcionario cuarentón que intentaba disfrazarse de joven durante sus vacaciones; era deprimente”. Tan deprimente como habitual y en todo caso mejor que el cuarentón vestido de fiero corsario con el que coincidí una vez en el trayecto Bangkok-Madrid.

Houellebecq critica sin piedad los viajes organizados que quieren crear una sensación de que nos están sumergiendo en una sociedad misteriosa y exótica, cuando lo que ofrecen son escenificaciones. La realidad nunca es tan bella como la presentan los prospectos turísticos. La verdadera Thailandia no se encuentra en los bailes tailandeses que te ofrecen en Silom Village mientras comes comida local, ni en el hotel en madera de teka de Kanchanaburi. Para tener la experiencia de la verdadera Thailandia hay que pasear por un centro comercial impersonal en Bangkok, comer en una mesita en la calle por dos euros, atufado por el humo de los coches, y regatear con los vendedores callejeros de Sukhumvit, atento a los carteristas y rechazando (o aceptando, que de todo hay en la viña del Señor) las múltiples propuestas de las free-lances. Claro, que si eso apareciese en los folletos de viajes nos cargábamos el turismo, la primera actividad económica mundial en 2000, según Houellebecq.

Dentro de su crítica al turismo, Houellebecq aborda la cuestión del turismo sexual. Sus personajes hablan sobre el tema, o incluso lo practican, y presentan argumentos a favor y en contra. Los opuestos (todos mujeres) lo consideran una esclavitud sexual, en la que unos se aprovechan de la miseria de otros. “¿No encuentras escandaloso que cualquier cerdo seboso pueda venir a tirarse chicas por un trozo de pan?” Contraargumento: “No por un trozo de pan (...) Yo he pagado tres mil bahts, es casi el precio francés.” Y sigue el contraargumento: “No son tan pobres esas chicas (...) Pueden costearse motos y extras...” En el caso de Thailandia los contraargumentos se acercan más a la realidad. La chica que se dedica a la prostitución no lo hace para poder comer, sino como alternativa a un trabajo duro y mal pagado en una fábrica. Aparte de las conversaciones sobre el turismo sexual, hay descripciones del país escritas con la misma falta de imaginación que las descripciones de las guías de viaje. Tal vez el efecto haya sido buscado y Houellebecq haya querido retratar a los grupos de turistas que sólo pueden ver los países a través de los tópicos que les transmiten las guías. “... Del rey Ramathibodi no quedaba gran cosa, aparte de unas líneas en la Guía Michelin. La imagen de Buda, en cambio, estaba todavía muy presente y había guardado todo su sentido. Los birmanos habían deportado a los artesanos thais para construir templos idénticos, algunos centenares de kilómetros más lejos. La voluntad de poder existe y se manifiesta bajo la forma de “historia”; es en sí misma radicalmente improductiva...” Me ha gustado la última frase, pero habría preferido encontrármela en un ensayo, no en una novela.

El grupo de turistas llega a Phuket y el protagonista se adentra en una calle de bares de chicas, lo que da pie a nuevas reflexiones sobre el sexo y el turismo, que habrían quedado mejor en un ensayo. El protagonista piensa que “el turismo sexual es el porvenir del mundo”. Yo no diría tanto; dejémoslo en que es su presente. Viendo en un restaurante a extranjeros de distintas nacionalidades que han ido allí a por lo mismo (o a por lo único, según un amigo mío), dice: “En resumen, el mundo rico, o medio rico, estaba allí, respondía presente a la llamada inmutable y dulce del coño asiático.” Demasiado lírico para una novela tan descarnada. Me recuerda al “Proletarios del mundo, uníos”, pero en su versión globalizada del siglo XXI: “Fornicadores del mundo, uníos (en Asia).”

Ve a un viejo alemán con una chica sentada en sus piernas y piensa: “... tenía la sensación de estar asistiendo a una de las últimas alegrías del viejo, era demasiado emocionante y demasiado íntimo.” Entiendo lo que quiere decir y he visto esas escenas, pero el adjetivo que se me viene a la cabeza es distinto. Mi adjetivo es “patético”. Más tarde, hace decir a otro de los miembros del grupo: “La felicidad es una cosa delicada (...) es difícil encontrarla dentro de nosotros mismos e imposible encontrarla en otra parte.”

Al hilo de sus reflexiones sobre el turismo sexual, le da la vuelta al viejo adagio de que el nacionalismo se cura viajando. “... Uno de los primeros efectos del viaje, añadió, consiste en reforzar o crear los prejuicios raciales; pues, ¿cómo se imagina uno a los otros antes de conocerlos? Idénticos a uno mismo, está claro; no es sino poco a poco que se toma conciencia de que la realidad es ligeramente diferente (...) La noción de igualdad no tiene ningún fundamento en el hombre.” También le da la vuelta a los viejos conceptos marxistas sobre la competencia entre las naciones imperialistas por conquistar nuevos mercados. Lo que movería al mundo, sería la competencia entre los machos de distintas razas, “la competencia por las vaginas de las mujeres jóvenes”. Dentro de estas reflexiones hay un pequeño consejo sexual: “... el buen coño, dulce, dócil, ágil y musculoso, no lo encontrarás ya en una blanca; todo eso ya ha desaparecido por completo.” Al final el turismo sexual va a estar emparentado con lo de buscar playas vírgenes (no hay segundas intenciones; simplemente no se me ocurría otro adjetivo), porque las que teníamos en nuestro país ya las hemos contaminado.

Cerca ya del ecuador de la novela, se produce un hecho inverosímil: Valerie, una ejecutiva de éxito, apenas entrada en la treintena y muy atractiva, entabla una relación con el protagonista. ¿Qué posibilidades hay en la vida real de que un funcionario cuarentón, amargado y algo misántropo enamore a una mujer así? Menos de que a ese mismo funcionario cuarentón le abduzcan los extraterrestres y se lo lleven a Júpiter.

Terminan las vacaciones, la pareja Valerie-Michel regresa a Francia y Michel sigue reflexionando. El juego de la seducción se ha vuelto demasiado complejo y humillante para los hombres que, en cuanto tienen experiencia, prefieren irse de putas, aunque si pueden evitarlo, no con putas occidentales, que son auténticos desechos humanos. Y eso en el mejor de los casos; irse con una puta implica al menos un mínimo contacto humano. Los hay que prefieren las páginas guarras de internet y las pelis porno. Las mujeres occidentales lentamente se van volviendo como los hombres y pronto descubrirán que pagar por follar trae menos complicaciones y recurrirán también al turismo sexual. En estos tiempos de recesión económica mundial resulta reconfortante saber que al menos hay un sector prometedor de cara al futuro. Por cierto que el turismo sexual tal vez sea la única tabla de salvación que le quede a la sexualidad en Occidente. “La decadencia de la sexualidad en Occidente era ciertamente un fenómeno sociológico (...) echando una ojeada a Jean-Yves me di cuenta de que ilustraba perfectamente mi tesis (...) No es sólo que ya no follase, ni que ya no tuviese tiempo de intentarlo, sino que ya no tenía ni tan siquiera el deseo, y lo que era todavía peor, sentía que esta decadencia de la vida se insertaba en su carne, comenzaba a oler el aroma de la muerte.” Por un lado tenemos un Occidente lleno de personas que lo tienen todo, están insatisfechas y ya no encuentran satisfacción sexual. Por otro lado medio mundo que pasa hambre y carece de bienes, pero conserva su sexualidad intacta. En términos económicos diríamos que hay una oferta esperando su demanda.

Creo que algo hay de lo que dice Houellebecq. Las noches en las ciudades occidentales están llenas de hombres y mujeres que se buscan en los locales de ocio y no se encuentran. Pero no hay sólo una cuestión sexual. También está la falta de comunicación, la dificultad de entablar relaciones humanas auténticas. Mucho de lo que llamamos turismo sexual, no es sino turismo de cariño.

Es sobre la base de estas ideas que al protagonista se le ocurre un negocio: montar clubes de vacaciones en países del Tercer Mundo a los que los turistas puedan ir en busca de sexo. Calcula que el 80% de los adultos occidentales representan la clientela potencial. Me parece una estimación conservadora. Houellebecq describe con cierto detalle el modelo de los clubes: no tendrán zona infantil, por si había dudas; estarán también abiertos a los homosexuales... Incluso ha elaborado el slogan de la campaña promocional: “Eldorador Afrodita: porque tenemos derecho a darnos gusto.”

Con otro autor de aquí nos dirigiríamos derechos a un final feliz. Los clubes serían un éxito y la pareja Michel-Valerie viviría contenta y rica. Con Houellebecq eso no es posible. No desvelaré cómo se tuercen las cosas, pero lo cierto es que se tuercen horriblemente. Y tal vez la frase que mejor defina a la novela y al pensamiento de Houellebecq sea: “... decididamente el hombre no está hecho para la felicidad.”


Y ahora, que nadie se quede con las ganas de leer la novela de Houellebecq, porque la tenemos en la bibloteca.

martes, 4 de marzo de 2008

Cerezos





No es el valle del Jerte, ni el templo Yasukuni de Tokio; son los cerezos que rodean la biblioteca.

De elecciones y bibliotecarios

En estos tiempos de campaña electoral, una conocida lista de correo especializada en documentación, ha difundido una serie de mensajes, sobre la escasa mención a las bibliotecas que los partidos políticos hacen en sus programas.

A estos mensajes, uno de los colisteros responde con tino, que los programas electorales no hacen más que reflejar las inquietudes de la sociedad, o de forma más pedestre, los intereses de las personas involucradas en la confección del programa. Si no hay bibliotecarios entre los asesores de los políticos, difícilmente se hablará de bibliotecas.

Lo que parece claro es que ni médicos ni maestros se cuestionan la utilidad de su profesión para la sociedad.

Nosotros formamos parte de la universidad, donde según la literatura profesional, la biblioteca debería ser una pieza clave, el lugar donde se atesora la memoria científica, la madre nutricia a la que deben acudir los investigadores. Pero lo cierto es que hay estudiantes que pueden terminar la carrera sin haberla pisado, y lo que es más grave, profesores a los que rara vez se les ve por aquí.

Ahora tenemos revistas electrónicas, y una importante cantidad de información está disponible en internet al alcance de cualquiera. Además, con la enseñanza a distancia, todo está pensado para que el estudiante disponga del material de estudio necesario sin necesidad de desplazarse. Se escanean las lecturas, todo está en el ordenador. Muchas bibliotecas, incluída la nuestra, escanean sus fondos.

Un informe publicado por la Association of College and Research Libraries, lleva el expresivo título: ¿Necesitamos bibliotecas universitarias?. La universidad podría, de aquí a unos años, externalizar el servicio de biblioteca, igual que lo está la cafetería. Los bibliotecarios dejaríamos de ser funcionarios, y nuestro trabajo lo harían empresas ajenas a la instución.

A estas alturas no vamos a cuestionar la importancia de la biblioteca, sobra literatura sobre ello, pero no viene mal pisar la tierra de vez en cuando, y ser conscientes de lo que realmente contamos para el votante de a pie.

domingo, 2 de marzo de 2008

Cuestión de ética


¿Por qué disfrutamos organizándonos para que algo funcione?.

Según Spinoza, el principio que rige la naturaleza humana es la voluntad, el deseo de todo ser humano de permanecer en su ser.

Por eso somos personas que hacemos cosas, materiales o inmateriales, y en ambos casos disfrutamos cuando las hacemos bien.

A nuestras acciones inmateriales se les aplica la ley moral, que a Kant le llenaba de una admiración comparable con la contemplación del cielo estrellado.

La libre búsqueda de los intereses de cada uno, no parece suficiente para garantizar que algo funcione bien.

Es preciso introducir el diálogo entre las personas, entendido como control democrático por parte de los implicados.

Por encima de cualquier imperativo técnico o administrativo, la racionalización comunicativa basada en el consenso, y en la participación de todos, parece la mejor forma de acercarse a las verdaderas necesidades de las personas, y por tanto de hacer que las empresas comunes funcionen bien.

Para los innovadores con inquietudes éticas: Ética de la empresa : claves para una nueva cultura empresarial / Adela Cortina ; [prólogo de José Luis L. Aranguren]