martes, 29 de abril de 2008

Google Desktop



Cuando se llevan muchos años con el mismo ordenador, éste se convierte en confidente, amigo o compañero al que le vamos haciendo partícipe de aquello que nos preocupa, nos inquieta o simplemente necesitamos para nuestro trabajo.


El tiempo va pasando. Las ocupaciones de cada día nos hacen saltar de un asunto a otro. Los temas urgentes pasan a primer plano, y lo que antes de ayer se nos ocurrió, muchas veces se olvida.


La memoria es selectiva. Hoy sigo siendo yo, pero no soy la misma que hace un año. En este tiempo ha pasado por mi cabeza mucha información que ha dado lugar a ideas, a proyectos y a tareas nuevas. Pero todo aquello que a mí no me parece ya importante, el ordenador lo guarda y no lo olvida.


Hace algunos años me instalé Google Desktop, que es una aplicación de Google que busca información dentro del propio ordenador. El otro día, haciendo una búsqueda en Google, reparé en los resultados que Google Desktop había encontrado en mi propio equipo. Así pude recuperar los correos electrónicos que había enviado a una librería hace dos años, solicitando la misma información que yo buscaba ahora. Lo había olvidado por completo.


Era la misma sensación que sentimos ante aquella fotografía que un amigo nos sacó hace tiempo, en un momento que no recordamos, y que ahora nos enseña al cabo de los años. Sí, esa soy yo, estuve allí, y el ordenador y Google Desktop lo saben.

viernes, 25 de abril de 2008

La muerte entre las flores


Ya Durkheim decía en El suicidio , que la primavera es la estación preferida por los suicidas. ¿Por qué la plenitud de la vida, puede traer consigo la apetencia de la muerte?

Freud se abrió paso entre los frondosos matorrales del principio del placer, para descubrirnos lo que estaba debajo: la fuerza telúrica del Thánatos.

El Thánatos está presente en el placer que nos producen los recuerdos, en la querencia que experimentamos hacia lo ya vivido; en la resistencia a enfrentarnos a lo nuevo. Está en el instante pleno que se resiste a pasar, en el impulso que intenta retener la vida y en el mismo placer.

Y el ser humano, conocedor de sus límites, sabe entretejer vida y muerte, goce y dolor en un cóctel agridulce que bebe religiosamente cada año, con cada primavera.

Hace algunos años escribí sobre esto un trabajo de doctorado. Me lo publicaron en una revista en internet, y por azares de la red se reprodujo como un conejo, y ahora pueden encontrarse de él numerosos clones, y hasta una cita en la Wikipedia (¡y en gallego!).

Éste es el enlace por si a alguien le interesa: La repetición en Deleuze y Freud
El artículo es bastante abstracto y aburrido, Cernuda dice lo mismo y muchísimo mejor:

Si el beso y si la rosa codicio, indiferente hacia los dioses todos,
Es porque beso y rosa pasan. Son más dulces los efimeros gozos.

martes, 22 de abril de 2008

Libros decorados


"No me decores, simplemente léeme", éste es el eslogan que ha elegido la Biblioteca Complutense para los carteles que conmemoran el día del libro.

Desde luego, no pretendo incitar a nadie a utilizar los libros de la biblioteca como soporte de sus inclinaciones artísticas o literarias. Pero una vez que el daño está hecho, no se puede negar la originalidad de este ejemplar decorado y comentado. Se trata de la novela Días juveniles de Bruce Marschall.





¡Felices lecturas en el día del libro!

sábado, 19 de abril de 2008

Biblioteca sesentera


Hace algunos meses nos preguntábamos como sería la biblioteca de la Facultad a finales de los 60 , cuando se celebró el famoso concierto de Raimon. Este mes de mayo se cumple el 40 aniversario de las revueltas estudiantiles de Mayo del 68, y a conmemorar esos hechos estaba dedicado el úlimo suplemento Babelia.

En un artículo de Antonio Elorza: ¿Marx, Mao, Marcuse? , he encontrado algunas pistas para reconstruir lo que se leía en nuestra biblioteca sesentera. Nos cuenta que las tres emes que recoge en el título fueron las referencias emblemáticas del movimiento, claro que, la España franquista era un caso especial, y la traducción del Manifiesto Comunista, tenía que colarse como material utilizado como práctica para la docencia, o había que leerlo de forma indirecta a través de autores permitidos por la censura, como Raymon Aron.

La censura poco a poco fue abriendo huecos a la obra literaria de autores como Juan Goytisolo o Jorge Semprún. En estas circunstancias,la música era la verdadera movilizadora de conciencas, y de ahí la importancia del famoso concierto de Raimon.

La Facultad también ha organizado un Seminario Internacional para conmemorar el acontecimiento, y nosotros, que teníamos muchas ganas de sacudir el polvo a los viejos libros de aquellos años, nos unimos a la conmemoración con una Exposición bibliográfica, no os la perdáis.




viernes, 18 de abril de 2008

El lector transfigurado

En otra ocasión hablamos de la muerte del autor, que Roland Barthes pronosticaba en un ensayo así titulado. Ahora también parece haberle llegado al lector la fatal hora, según el artículo de Roger Chartier: ¿Muerte o transfiguración del lector?

A medida que avanzamos en la lectura nos damos cuenta de que se trata más bien de lo segundo, y es un consuelo. Bien está que el autor pierda su omnipresencia y omnipotencia, pero los pobres lectores, que vamos componiendo textos con lo que picoteamos de aquí y allí bastate tenemos ya con nuestro callado anonimato.

Parece que simplemente tenemos que transformar nuestra práctica lectora para adaptarnos a los nuevos formatos y posibilidades que ofrecen los textos electrónicos. Los códices medievales supusieron una verdadera revolución en los hábitos de lectura al incorporar páginas e índices, que nos ayudan a situarnos mejor en el texto.

Curiosamente, el lector de documentos electrónicos vuelve a enfrentarse a un “rollo”, que en lugar de ser horizontal, de desarrolla de forma vertical. Y es difícil perder los hábitos tan bien arraigados. Confieso mi secreto amor por el pdf, que me permite pasar páginas y contar las que me quedan por leer, y el desasosiego que siento ante un texto-rollo, en el que no sé bien donde estoy, ni donde quiero llegar. Va a ser cuestión de volver al Scriptorium.

martes, 15 de abril de 2008

Así me hice poeta


One day I went to Calcutta city.
Suddenly a guy asked me
“Hey kid, who are you?”
Then I told him
“I’m a poet.”
The guy said,
“But you sweep train floors”
I said, “I do sweep floors, But on my own, I’ve become a poet.”

Bijuy Das

Un hombre se acercó a un niño en Calcuta y le preguntó quien era: “ Soy un poeta”- respondió el niño- , a lo que el hombre extrañado le contestó, “¿pero si limpias los vagones del tren?”, el niño respondió que sí, que era cierto, pero a la vez pensó para sí: “y así me hice poeta”.

Un grupo de alumnos de la facultad ha organizado un concurso de poesía para celebrar la primavera:


Nosotros tenemos también nuestra propuesta: hacer un renga en el que quepan, como en la primavera: viento, lluvia, sol, insectos, hojas, flores, hierba, nubes...

Un renga está compuesto por breves poemas encadenados, que los antiguos japoneses componían en común. Las reglas del renga son complejas, pero nosotros tampoco queremos normas ni ataduras.

Sólo hay que dejarse inspirar por la primavera, e intentar relacionar el poema con el anterior de forma implícita o explícita, como si contestáramos el mensaje de un amigo.
Y para comenzar, un haiku:


Tras el trabajo
Soledad de la lluvia,
Tarde vacía


sábado, 12 de abril de 2008

Abril de lirios y amapolas


Hace 2 años celebramos en la biblioteca el 75 aniversario de la II República con una exposición bibliográfica. Sacamos del depósito todos los libros que teníamos sobre la época de la República, y los fuimos colocando en expositores a la entrada de la biblioteca. La gente podía hojearlos y llevárselos en préstamo, y como eran muchos, los huecos se llenaban enseguida con otros, hasta que los expusimos todos.

Y para recordar la ilusión que depositaron nuestros abuelos en el cambio de régimen, copio este texto de Vicente Aleixandre, en el que nos cuenta como vivió aquel 14 de abril en compañía de otro poeta, Luis Cernuda:

Era un día de abril y las gentes corrían, con banderas alegres, por improvisadas. Enormes letreros frescos, cándidos, con toda la seducción de lo vivo espontáneo, ondeaban en el aire de Madrid. Mujeres jóvenes, hombres maduros, muchachos, niños. En los coches abiertos iban las risas. Cruzaban camiones llevando racimos de gentes, mejor habría que decir de alegría, gritos, exclamaciones. Pocas veces he visto a la ciudad tan hermanada, tan unificada: la ciudad era una voz, una circulación y, afluyendo toda la sangre, un corazón mismo palpitador. Por aquella calle de Fuencarral, estrecha como una arteria, bajaba el curso caliente, e íbamos Luis y yo rumbo a la Puerta del Sol, de donde partía la sístole y diástole de aquel día multiplicador. Luis con su traje bien hecho, su sombrero, su corbata precisa, todo aquel cuidado sobre el que no había que engañarse, y rodeándonos, la ciudad exclamada, la ciudad agolpada y abierta, exhalada, prorrumpida habría que decir, como un brote de sangre que no agota ni se agota pero que se irguiese. La alegría de la ciudad es más larga que la de cada uno de los cuerpos que la levantan, y parece alzarse sobre la vida de todos, con todos, como prometíéndoles y cumpliéndoles más duración. Así, cuando las gargantas enronquecían, otras frescas surgían, y era un techo, mejor un cielo de griterío, de júbilo popular en que la ciudad cobraba conciencia de su existencia, en verdad de su mismo poder. Ella se sentía voz e hito, como un ademán que se desplegase en la historia.
Luis marchaba sin impaciencia. Todo había sido repentino. El encrespamiento de la ciudad, en la alegría resolutoria, la marcha o el hervor común, el regocijo sin daño, la punta de sol dando sobre las frentes: todo, una esperanza descorredora y, en el fondo el ámbito nacional. Pero Madrid es chiquito, y cada hombre un Madrid como un pecho con su porción de corazón compartido. Luis y yo habíamos marchado como un día cualquiera, porque aún no se esperaba del todo aquello, ignorado de cada cual. Recuerdo aquel movimiento súbito por aquella calle, como por tantas calles que no se veían. ¿De qué hablaba Luis Cernuda? En aquel instante, quién sabe; quizá de un tema literario. Cada uno de los transeúntes se hizo de pronto espuma de curso atropellador: curso mismo o su parte, y él su coronante expresión. Luis y yo, flotadores, remejidos, urgidos, batidos y batidores, aguas hondas y salpicadas crestas, todo a instantes y todo en la comunión. Bajaba el río por la calle de Fuencarral y desembocaba en la Red de San Luis. Por la Gran Vía descendía otra masa humana, no apretada propiamente sino suelta y fresca, con sus banderas y sus cantos, sus chistes públicos, sus risas primeras, una multitud niña, lavada, con lienzos blancos levantados a los rayos del sol. Y en medio los grandes camiones como pesados elefantes que llevasen gentes iguales, reidoras, bailadoras, saludadoras con los ojos, con las manos, con las miradas salutíferas que eran propiamente una invitación a vivir. Porque era vida, vida del todo la ciudad, con los ojos puestos en su mismo esperanzado crecimiento natural.
Luis Cernuda y yo, inmensos, no disueltos, bajábamos casi a oleadas, arriba, abajo, tan pronto claros, tan pronto hondos, sostenidos o sostenedores, hacia la desembocadura o hacia la reunión, si la había, de las aguas, final. Un instante, en atención a él, al ser pasados en el movimiento de las aguas de la calzada a la acera, le dije: “¿Quieres que nos vayamos por esta bocacalle ahora al pasar? Se puede”, “No”, oí su respuesta. “No”, dijo sonriendo; “no”, asintiendo, casi diría extendiendo sus brazos en el movimiento natural. Un momento le miré como nadador. Pero en seguida pensé: no, agua mejor, curso mejor. Y le ví a gusto. Sonrió y se dejó llevar.”

Vicente Aleixandre: Luis Cernuda, en la ciudad . En: La Caña gris (nos. 6, 7 y 8, 1962)

jueves, 10 de abril de 2008

Y hablando de bancos-biblioteca...

Lo hemos encontrado en el blog Club de lectura de la Biblioteca Monte Alto de La Coruña

Monumentos al libro

Después de la entrada sobre los bancos-biblioteca de Isla Cristina, nos hemos puesto a buscar a nuestro alrededor, cámara en mano, otros monumentos al libro. Esta muchacha lectora desafía con su libro las inclemencias del tiempo junto al metro de Aluche:


martes, 8 de abril de 2008

El Día del libro en la Facultad de Informática

La Delegación de alumnos de la Facultad de Informática, con la colaboración de la Facultad y de la Biblioteca de su centro, han organizado unas Jornadas para celebrar el día del libro. Las actividades comienzan este mismo lunes, día 7, y se extenderán hasta el 23 de abril.

Habrá Bookcrossing, talleres de literatura y de guiones de cómic, y además se proyectarán películas basadas en obras literarias (con cineforum incluido).
Los alumnos de la Facultad también podrán participar en un concurso de microrrelatos de ciencia-ficción.

Para los aficionados al género, la Biblioteca de Informática cuenta con una colección de ciencia ficción que cuenta ya con casi 300 ejemplares.

De algún sitio les tendría que venir a los informáticos la inspiración.

domingo, 6 de abril de 2008

El emperador está desnudo


Todos recordamos el famoso cuento de Andersen, en el que un niño se atrevía a decir lo que todos estaban pensando y ocultaban por miedo.

En este caso no es un niño, sino alguien con los suficientes conocimientos, prestigio y experiencia para estar más allá de las opiniones maledicentes. Se trata del filósofo y físico Mario Bunge.
Compiamos algunos fragmentos de una entrevista que publicaba El País el pasado sábado:
“Heidegger tiene un libro sobre El ser y el tiempo, ¿Y qué dice sobre el ser?”El ser es ello mismo”. ¿Qué significa? ¡Nada!. Pero la gente, como no lo entiende piensa que debe ser algo muy profundo”.

-Recuerdo en mis tiempos de estudiante, un seminario sobre Heidegger en el que nos pasamos varios meses discurriendo sobre el significado de la pregunta “¿Por qué hay algo en vez de nada”-

Seguimos con Bunge:
“[Heidegger] era un pillo que se aprovechó de la tradición académica alemana según la cual lo incomprensible es profundo.... Esas cosas abstrusas que nadie entiende pero [sic] si usted dice que no entiende, pasa por tonto”.

El nuevo libro de Mario Bunge: Filosofía Polítca, se publicará el próximo mes de octubre. Lo compraremos.

viernes, 4 de abril de 2008

Vista a la biblioteca de Económicas

Como ya hemos dicho antes, ultimamente estamos estrechando los lazos de amistad con nuestros vecinos, los bibliotecarios de la facultad de Económicas. Gracias a la cortesía de uno de ellos, que estrenaba cámara de video, ofrecemos estas imágenes curiosas, resultado de nuestra visita turística. Aún me sobrecoge ese misterioso ¿Dónde están?





¡Caramba con los usuarios!

miércoles, 2 de abril de 2008

Renga 2.0


Nos cuenta Octavio Paz en la introducción al libro Sendas de Oku, del poeta japonés Matsuo Basho, que todo poema japonés está compuesto por versos de siete y cinco sílabas.

La forma clásica consiste en un poema de treinta y una sílabas, dividido en dos estrofas; la primera de tres versos (5, 7 y 5 sílabas), y la segunda de dos, ambos de 7. Esta estructura permitía que dos poetas participaran en la creación de un poema: uno escribía los tres primeros versos, y el otro los dos últimos.

Escribir poesía era un juego poético parecido al “cadáver exquisito” de los surrealistas. Al primer poema pronto siguieron series enteras, ligados por el tema de la estación del año. Estas series de poemas en cadena son los renga, y el poema que los inicia se llama hokku, y es el origen del haiku moderno.

Basho practicó con sus discípulos el arte del renga, adelantándose así a una de las profecías estéticas del surrealismo: la creación poética colectiva.

Continúa Octavo Paz haciéndonos notar, que el resultado puede ser un simple pasatiempo, pero que a veces es posible llegar a la comunicación poética, y establecer una “corriente de simpatía creadora” entre los participantes. El resultado puede ser sorprendente, “lo inesperado brota como un pez o un chorro de agua”.

Os recomiendo vivamente el blog Burgostecarios, si las entradas son buenas, los comentarios encadenados no tienen desperdicio. Todo un ejemplo de renga 2.0

martes, 1 de abril de 2008

¿Estudias o lees?

El flamante académico de la la lengua, José María Merino, afirmaba hace poco en un programa de radio, que en su época de estudiante leía más que estudiaba.

Entendemos que se refería a leer como una actividad que uno hace por iniciativa propia, de forma relajada, sin la presión de tener que rendir cuentas.

La literatura nos abre a mundos nuevos, amplía nuestro horizonte, y nos hace gozar.

Muchos autores han utilizado obras literarias como punto de partida de su reflexión. Se me ocurren algunos ejemplos: Deleuze en Diferenica y Repetición y Proust; La Dialéctica de la Ilustración y Julliette del Marqués de Sade; Benjamin y Baudelaire.

Leer buena literatura nunca es perder el tiempo, y además es mucho más ameno.