Nos trasladamos por un momento a la torre donde Montaigne intentaba leer el libro Alfa de la Metafísica de Aristóteles, aquel que empieza de este modo: “Todos los hombres necesitan por naturaleza saber”.
Y junto a Aristóteles, un poco más retirados en la mesa, los libros que mediante glosas o interpretaciones tratan de hacer su obra más comprensible.
De la repetición de las sensaciones grabadas en nuestra memoria adquirimos, según Aristóteles, la experiencia por la que conocemos las cosas singulares. Los conocimientos teóricos sin la experiencia sólo conducen al error.
¿Y si intentamos conocer por la experiencia el propio texto de Aristóteles, u otro cualquiera, y ensayar, experimentar el texto como experimentamos la vida?
Las interpretaciones muchas veces disipan la verdad: “Aristóteles escribió para ser entendido; si no pudo, menos podrá alguien menos hábil y un tercero diferente del que habla de su propia imaginación”
Y junto a Aristóteles, un poco más retirados en la mesa, los libros que mediante glosas o interpretaciones tratan de hacer su obra más comprensible.
De la repetición de las sensaciones grabadas en nuestra memoria adquirimos, según Aristóteles, la experiencia por la que conocemos las cosas singulares. Los conocimientos teóricos sin la experiencia sólo conducen al error.
¿Y si intentamos conocer por la experiencia el propio texto de Aristóteles, u otro cualquiera, y ensayar, experimentar el texto como experimentamos la vida?
Las interpretaciones muchas veces disipan la verdad: “Aristóteles escribió para ser entendido; si no pudo, menos podrá alguien menos hábil y un tercero diferente del que habla de su propia imaginación”
“Prefiero crear mi alma que amueblarla (...) Me sirve la lectura especialmente para despertar mi discurso con diversos objetos, para atarear mi juicio, no mi memoria”.
Y lo mismo cabría decir del escritor. Los Essais son, como su nombre indica, ensayos o experimentos de un autor que se convierte en objeto de experiencia: el tema es él mismo como lector, y no como un mero autor de glosas.
Y lo mismo cabría decir del escritor. Los Essais son, como su nombre indica, ensayos o experimentos de un autor que se convierte en objeto de experiencia: el tema es él mismo como lector, y no como un mero autor de glosas.
Montaigne, lector de Aristóteles: (Memoria y experiencia) Carlos Thiebaut, en Cuadernos de filología francesa, ISSN 1135-8637, Nº 10, 1997‑1998 , pags. 97-120
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