Las redes sociales están de moda entre los bibliotecarios. Nos atraen por su potencial de comunicación y de intercambio, y también queremos estar allí. En España, la red social más utilizada es Tuenti , el perfil de sus clientes se sitúa entre los 22 y los 25 años, y sólo en la Compluntense cuenta con 30.000 usuarios. ¿Por qué entonces la mayoría de las bibliotecas han apostado por Facebook para lanzarse a la aventura de las redes?
Después de conseguir la invitación de un sobrino adolescente, he entrado en Tuenti para rastrear perfiles de bibliotecas universitarias. Si en las páginas de Facebook, un buen número de los fans de las bibliotecas son bibliotecarios deseosos de experimentar nuevas emociones, en Tuenti encontramos al usuario real, ese con el que nos cruzamos por el pasillo y cuya conversación escuchamos en el autobús. Los siguientes comentarios están sacados de los perfiles de la Biblioteca de la Universidad del País Vasco y de la de Ciencias de la Información de la Complutense:
“ajajajajaja tuenti hasta de los lugares donde pasamos en estas épocas la mayor parte del tiempo! Olé! “
“¿Y desde aquí te podemos reservar sitio? Es por no tener que ir a las colas de las 7,30 de la mañana...”
“señora biblioteca, ¿no te descojonas cuando la gente sube la escalera de caracol hasta el último piso? “
Éste usuario respondía así a la señora biblioteca , cuando ésta le dijo: “Espero que mis mesas te resulten cómodas para tus siestas... “ ; comodísimas...lo que no me resulta nada cómodo son mis compañeros de mesa. ..
Habrá quien piense que la biblioteca es un lugar lo suficientemente serio como para prestarse a estas bromas adolescentes, pero también estaría bien reflexionar sobre nuestro repentino interés en entrar en las redes sociales.
Se nos dice que tenemos que estar donde esté el usuario . Las bibliotecas siempre han tenido una vocación de servicio a la comunidad. Tal y como reza el lema elegido por la Biblioteca Nacional para la Exposición sobre los 150 años del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios: Sic vos non vobis tomado de unos versos de Virgilio, que significa: Así vosotras, no para vosotras....
La Web 2.0 ofrece posibilidades para comunicarse con los usuarios con las que nunca habríamos soñado. Cuando los catálogos sociales se generalicen, los lectores podrán intercambiar fácilmente entre ellos sus impresiones sobre los libros que leen, e incluso podrán etiquetarlos según sus intereses, pero además si lo desean, podrán formar parte de una red de usuarios con intereses similares, que sean a su vez generadores de más conocimientos intelectuales o simplemente humanos (¿dónde está el límite?).
Como se dice en el perfil de Tuenti de una de estas bibliotecas: No todo se aprende en la clase, y a esto yo añadiría: y no todo se aprende en los libros.
Mientras las bibliotecas no dispongan de mecanismos para generar sus propias redes, está bien salir al mundo y aprovechar las que ya existen.
Nuestra biblioteca ya estaba en Facebook, ahora además acaba de aterrizar en Tuenti y busca amigos.
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